Sotiris Dimitríu: Te mataré


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Sotiris Dimitríu

 

Te mataré


16-AlphaAQUEL QUE DIJO que Dios te guarde del mal momento, algo grave le habrá pasado, así como me pasó a mí.

Por aquel entonces, trabajaba en un local como camarero. De noche. Al final de la calle Ipokratus estaba el local.

    No tenía quejas ni de mi jefe ni de ningún cliente. Pero el cocinero desde el primer momento no me tragó. Haz esto, haz lo otro, continuamente como para no tomar respiro ni un momento.

    No me molestaba el trabajo, sino que me tenía siempre el ojo encima como un perro malo. Por mi nombre nunca me llamaba. Venga so cateto, y venga so cateto, la Albania que os parió, me decía.

    Se convirtió en una pesadilla. Iba a casa a dormir pero no podía pegar ojo.

    Algunas veces intenté calmarlo a mi manera y se reía extraño.

    Entonces me enfermé por dentro. Buscaba encontrar la forma de matarlo.

    Una noche me sacó de quicio. Terminé de trabajar, salí del local y le vi el ojo encima de mí como si yo no existiera, como si fuera una lacra.

    Tiré para casa de un amigo que vivía en Dafni. Llovía sin parar.

    Desde el final de Ipokratus después hasta plaza Síntagma iba en medio de la calle trastornado, como loco. Todos los conductores me gritaban y me hacían cortes de mangas.

    Llegué a Síntagma, esperaba en la parada. Al cabo de un tiempo, se detiene un coche delante de mí, me pita y el conductor abrió la puerta del copiloto. Ven, me dice, sube. Era el cocinero.

    Otra persona. Me preguntaba por qué estás empapado, cómo di­a­blos te has puesto así. Yo le decía que no quiero sacarte de tu camino. No pasa nada, te llevo donde tú quieras, sube. Otra persona, pero a mí el odio no se me había ido para nada.

    Al inicio de Vuliagmeni, íbamos a paso de tortuga. Sábado por la noche el tráfico estaba colapsado.

    Ahí donde estábamos parados, qué me agarró y voy y le digo quiero matarte.

    No me dijo nada, ni qué ni cómo. Se quedó mudo.

   Tras unos quinientos metros, que estábamos otra vez parados, abrí la puerta y me bajé.


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Primera publicación en el blog Planodion – Historias Bonsái (17 de mayo de 2012).

Sotiris Dimitríu (Povla Tesprotías, 1955). Escritor de cuentos y novelas. Vive y trabaja en Atenas. Sus últimos libros: Η σιωπή του ξερόχορτου [Εl silencio de la hierba seca] (2012) y Κοντά στην κοιλιά [Cerca de la barriga] (2014).

La traducción colectiva es producto del taller de Traducción Literaria del español al griego y del griego al español organizado por Konstantinos Paleologos y Enrique Íñiguez Rodríguez bajo la égida del Departamento de Lengua y Filología Italianas de la Universidad Aristóteles de Salónica en colaboración con la Unión Hispanohelena de Lengua y Cultura que se realizó en Salónica del 22 abril al 20 de mayo de 2015. Participaron los estudiantes: Sandra Armero, Juana Barrios, Χρίστος Βασιλειάδης, Marisol Fuentes, Αικατερίνη Ιορδανοπούλου, Ζωή Καραγιώργου, Αλεξάνδρα Κουρκουμέλη, Gabriela Larrieux, Ματθίλδη Σιμχά, Εύα Τοπάλογλου.